Llevaba años conviviendo con la cistitis bacteriana, seguía los consejos al pie de la letra, bebía mucho y prestaba atención a mi dieta.
Aun así, siempre volvía, directa como un puñetazo en la cara.
Probé los Dimann, as así como había probado tantos otros suplementos antes, por desesperación y sin la más mínima confianza en que pudieran realmente ayudarme.
Pero, ya desde los primeros días de la terapia contra la cistitis aguda, estaba mejor y casi podía salir de casa sin necesidad de buscar un retrete allá donde estuviera.
Recuerdo que contactaba el servicio de atención al cliente de Dimann por cada pequeña duda, incluso arriesgándome a ser obsesivo y siempre me apoyaron con amabilidad. Ha sido mi remedio número uno para la cistitis recurrente desde entonces.