Revista 16 abril 2021

Cistitis en verano

  1. Sufro de cistitis recurrente, ¿cómo puedo evitar que venga de vacaciones?
  2. ¿Qué medidas puedo tomar en el mar?
  3. ¿Qué alimentos prefieres para prevenir la cistitis?
  4. Resumen

Estimado lector,

En verano, además de los factores que generalmente contribuyen a desencadenar los ataques de cistitis, están el calor, la humedad y ciertos hábitos a los que hay que prestar atención.
He aquí una pequeña guía para disfrutar del verano sin «sorpresas» desagradables.

La llegada del calor y del verano nos hace más susceptibles al desarrollo y la proliferación de bacterias que causan cistitis y otras infecciones del tracto urinario.
La alta temperatura, de hecho, favorece la sudoración y, en consecuencia, la deshidratación. Nuestra orina será más concentrada y más irritante para nuestras mucosas.

El verano también significa frecuentar lugares costeros muy concurridos donde es más fácil exponerse a la presencia de bacterias o al contacto con la arena, el nido ideal para los gérmenes. Además, la salinidad o el ambiente húmedo creado por el uso de un bañador mojado debilita las defensas vaginales y crea el territorio ideal para el crecimiento bacteriano.

La prevención y unos pequeños trucos pueden evitar que una temporada agradable y relajante se convierta en una pesadilla o, lo que es peor, que la cistitis nos encierre en casa, provocando dolor y esa sensación de incomodidad cuando se está en compañía.

He respondido a las preguntas más frecuentes sobre la correlación entre la cistitis y el calor para que tengas toda la información y las herramientas necesarias para prevenirla o tomar las medidas adecuadas.

Sufro de cistitis recurrente, ¿cómo puedo evitar que venga de vacaciones?

En vacaciones es más probable que se superpongan los factores de riesgo que provocan la cistitis: la actividad sexual, el alcohol y las altas temperaturas aumentan conjuntamente el riesgo de ataque de esta infección. Se pueden tomar las siguientes precauciones para reducir estos riesgos:

  • Aumentar la cantidad de líquidos. Como se ha mencionado anteriormente, las temperaturas más altas son más propensas a exponerle al riesgo de deshidratación del cuerpo. La principal consecuencia de la deshidratación es la irritación de la vejiga y la creación de un caldo de cultivo para las bacterias. Beber mucho, además de equilibrar la pérdida de líquidos y sales minerales por la sudoración, favorece la expulsión de toxinas y microorganismos nocivos de nuestro cuerpo.
  • Controla tu consumo de alcohol. Normalmente, durante las vacaciones se tiende a consumir alcohol o, en todo caso, se tienen más ocasiones de convivencia que en la rutina diaria. El alcohol puede irritar la vejiga y eliminar los líquidos esenciales de nuestro cuerpo. Si no quieres renunciar a una bebida fresca o a una buena copa de vino, una medida inteligente puede ser beber un vaso de agua entre cada consumo de alcohol, para contrarrestar la deshidratación que aporta el alcohol (sí, el alcohol deshidrata nuestro cuerpo) y mantener limpia la vejiga.
  • Toma manosa pura. Lleve siempre consigo su manosa pura de confianza para que le sea útil en caso de ataques de cistitis, especialmente si viaja al extranjero. El servicio sanitario en el extranjero no siempre está garantizado y puede pasar mucho tiempo antes de que un médico le haga un examen o le prescriba un medicamento, además, por supuesto, del tiempo necesario para superar las barreras lingüísticas. La manosa pura es el aliado natural ideal, ya queengaña a las bacterias que causan la cistitis atrayéndolas hacia sí. La orina excretará entonces tanto la manosa pura como, con ella, todas las bacterias que se hayan adherido a ella. La manosa pura también puede tomarse a diario como medida preventiva, para alejar cualquier posible ataque en el momento menos oportuno. Es un remedio natural, sin contraindicaciones y no desarrolla ninguna resistencia bacteriana.
  • Tenga cuidado durante el coito. Muchas mujeres sufren la llamada cistitis postcoital o cistitis de la luna de miel, que es necesaria después de las relaciones sexuales. En parte, la causa puede remontarse a ciertos movimientos que hacen que las bacterias empujen hacia la vejiga. Por eso se oye a menudo que hay que vaciar la vejiga inmediatamente después del coito. Una buena lubricación también es importante para evitar lesiones en la mucosa vaginal, a través de las cuales las bacterias podrían subir a la vejiga. El uso de un lubricante con d-manosa, combinado con una dosis de manosa pura después del coito, son la combinación perfecta para alejar la llegada de la cistitis postcoital. Sobre este tema escribí el artículo Cistitis postcoital.

¿Qué medidas puedo tomar en el mar?

En la playa sería una buena norma no seguir llevando el bañador mojado después de nadar, sino cambiarlo por uno seco. Este sencillo procedimiento le permitirá evitar que se estimule la proliferación de bacterias, que es más fácil en un entorno húmedo.

Es mejor evitar bañarse en agua fría después de una larga exposición al sol, ya que el cambio de temperatura puede provocar una inflamación o empeorarla si ya está presente.

Nunca se debe retener la orina durante mucho tiempo y el uso de los baños públicos debe hacerse con el debido cuidado, utilizando toallitas limpiadoras para limpiar adecuadamente la zona vaginal. Ten cuidado al elegir toallitas que respeten el pH vaginal y contengan ingredientes suaves.

¿Qué alimentos prefieres para prevenir la cistitis?

La prevención, al igual que la curación, empieza en la mesa.
El consumo de sustancias azucaradas y de hidratos de carbono refinados, por ejemplo, transfiere glucosa a la orina, constituyendo un terreno óptimo para la replicación bacteriana, especialmente la de la escherichia coli, la principal bacteria causante de la cistitis. Al mismo tiempo, la glucosa en la orina reduce la eficacia de ciertas sustancias que actúan como barrera que protege la vejiga tanto de la acidez de la orina como de la agresión bacteriana.

Da preferencia a los alimentos respetuosos con el intestino y la vejiga: fruta, verdura, pescado, carne, huevos, cereales, legumbres. La regularidad intestinal, que no siempre se da por supuesta en vacaciones, es esencial para prevenir los ataques de cistitis y/o evitar las recidivas. De hecho, la permanencia de las heces a nivel de la ampolla rectal aumenta la probabilidad de que las bacterias, como Escherichia Coli y Enterococcus faecalis, puedan pasar fácilmente a la vagina y, posteriormente, a la vejiga. Un intestino regulado favorece tanto el bienestar general como el de los genitales y la vejiga. (¿Sabías que Dimann ha lanzado recientemente su producto a base de enzimas lácteas útiles para conseguir o mantener el equilibrio de la flora intestinal y vaginal? Descubre a Dimann Flor).

Espero haber aportado algo de claridad. Ahora sólo tienes que intentar aplicar estos consejos.
Puedes contarme cómo te va escribiéndome a: lorenza@dimann.com

Echa un vistazo a todos los kits dedicados al tratamiento y la prevención de la cistitis.

Te abrazo,

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Resumen

  • En vacaciones es más probable que se superpongan los factores de riesgo que provocan la cistitis: la actividad sexual, el alcohol y las altas temperaturas aumentan conjuntamente el riesgo de ataque de esta infección.
  • Las principales recomendaciones son aumentar la ingesta de líquidos, eliminar el consumo de alcohol y prevenir tomando manosa pura.
  • En la playa sería una buena norma no seguir llevando el bañador mojado después de nadar, sino cambiarlo por uno seco.
  • Para la dieta, es necesario favorecer los alimentos que son amigables para el intestino y la vejiga

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