Amigo,
Seguramente le habrán hecho algunas pruebas de control general para asegurarse de que todo estaba bien y, entre ellas, probablemente habrá habido análisis de orina.
Tal vez cogió el informe, leyó que había restos de flora bacteriana y se preguntó qué significaba.
Nada serio. En este artículo intentaré disipar tus dudas, y empezaré diciéndote qué valores se consideran «normales» cuando se trata de la flora bacteriana en la orina.
Cuando acudas a un análisis de orina para detectar la presencia de bacterias, deberías obtener un resultado negativo porque la orina, a diferencia de las heces, es estéril.
Esto ocurre cuando los valores medidos son inferiores a 100.000 UFC (unidades formadoras de colonias, es decir, bacterias) por mililitro.
Si el valor está en el rango de 10.000-100.000 UFC/ml, el resultado se considera «dudoso», mientras que el resultado es positivo si supera las 100.000 UFC/ml.
Ahora te estarás preguntando qué pasa si el valor es demasiado alto, ¿verdad? Bueno, mi querido lector, ha llegado el momento de hablar de la bacteriuria.
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Hemos dicho que tener algo de flora bacteriana en la orina es bastante normal, siempre que el valor no supere el umbral de 100.000 UFC/ml.
Cuando esto ocurre, se habla de bacteriuria, es decir, de la presencia de bacterias en cantidades excesivas.
Pero, ¿cómo se manifiesta?
Digamos que la bacteriuria puede ser asintomática o estar asociada a infecciones del tracto urinario, como la cistitis bacteriana.
En este caso, será necesario someterse a más pruebas, como el cultivo de orina, para detectar con precisión las bacterias en la orina mediante el análisis de una muestra.
Sin embargo, antes de seguir adelante, me gustaría hacer una aclaración.
Si el suyo es un problema de bacteriuria asintomática, no debe subestimarlo porque podría convertirse en infecciones urinarias (o incluso renales) bastante graves.
Dicho esto, ¡continuemos! 👇🏻
Por supuesto, ya que estamos hablando de infecciones del tracto urinario, hay que decir que no son tan agradables como un paseo por un campo florido.
Así pues, repasemos los síntomas más comunes:
Sin embargo, si no presenta ningún síntoma, es posible que sólo se dé cuenta de un aumento de la flora bacteriana tras un análisis de orina.
Pero ¿cuáles son las consecuencias si no se actúa a tiempo?
Digamos que las ITU (infecciones del tracto urinario) pueden afectar:
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Este tipo de infección afecta a las mujeres ya a una edad temprana, y la razón principal está relacionada con el hecho de que nuestra uretra tiene una longitud más limitada que la de los hombres, por lo que es más fácil que las heces, cargadas de bacterias, contaminen la zona.
Pero eso no es todo.
Durante el embarazo, la probabilidad de infección aumenta debido a la dilatación del uréter, que provoca una disminución del flujo de orina y el consiguiente aumento de la carga bacteriana.
Por último, otro elemento que no debe subestimarse es la presencia de microorganismos que alteran la flora bacteriana.
Me refiero a la ya conocida Escherichia coli, y digo conocida porque hemos hablado de ella una y otra vez en relación con la cistitis. No tienes ni idea de la cantidad de mujeres que tienen que luchar contra esta «simpática» bacteria. 🦠
La Escherichia coli se encuentra en nuestros intestinos y es absolutamente esencial. Pero cuando decide dar un paseo por nuestra uretra, se convierte automáticamente en un huésped no deseado.
De hecho, la bacteria se desplaza desde el ano hasta la zona genital, colonizando las vías urinarias en situaciones de:
Por colonizar, me refiero realmente a que se divide y ataca las paredes del tracto urinario.
Pero antes de que cunda el pánico, ¡espera!
Existe una solución, y es nuestro producto de la marca Dimann, Dimann Puro, que aprovecha las propiedades terapéuticas de la D-manosa.
Se trata de un monosacárido de origen vegetal que impide que la Escherichia coli se «pegue» a las células de la vejiga, permitiendo así la expulsión de la bacteria.
Si crees que tienes un problema de cistitis y no sabes cómo solucionarlo, cuéntame tu historia, ¡estaré encantada de ayudarte!
Un abrazo,
Lorenza
